lunes, 26 de diciembre de 2011

5º ANIVERSARIO

El día 26 hizo cinco años que empezamos con el Albergue.


Esto lo escribimos en un foro por aquella época como declaración de intenciones:

Hola somos Santi y Sole, los nuevos dueños del "Albergue Pepito Grillo". Estamos en el albergue desde Navidades y queremos darle otro aire.No podemos ofreceros lujos, pero si intentaremos que tengáis una cama limpia y una ducha caliente.Las instalaciones sabemos que hay que mejorarlas, poco a poco lo iremos haciendo. Ya sabéis, empezar un negocio es durísimo.Sobre el trato esperamos que os vayáis contentos. Lo único que queremos es que descanséis, estéis a gusto y tengáis un buen recuerdo del albergue.Si podemos ayudaros en algo lo intentaremos, si necesitáis algo, no dudéis en pedírnoslo. Y todo esto lo haremos dándoos el mejor trato que podamos.Esperando veros muy pronto en el Pepito Grillo.

Santi y Sole
Canfranc Estación.

Cumplimos cinco años y no podemos hacer otra cosa que daros las gracias a todos por vuestro apoyo, vuestros ánimos, vuestras visitas,... De corazón: Gracias a todos.

En estos cinco años, como nos propusimos, hemos intentado mejorar el albergue. Nos ha llevado muchísimo trabajo pero recordando como estaba y como está creemos que ha merecido la pena. Sabemos que todavía quedan cosas por hacer y en la medida de nuestras posibilidades (que no son muchas) seguiremos haciéndolo. Creemos que hemos conseguido un albergue agradable donde poder parar a descansar, charlar sobre la actividad del día, tomar algo en el bar, relajarse y pasar un buen rato.

Es lo que esperábamos y si lo hemos conseguido ha sido como ya hemos dicho GRACIAS A VOSOTROS.

Nos vemos en el Pepito Grillo.

Santi y Sole

sábado, 17 de diciembre de 2011

1ª Nevada de la temporada


Esta noche ha caído la primera nevada de la temporada en Canfranc Estación, y con ella llegan sus rituales:

Escuchas entre sueños el ruido de las máquinas quitanieves y piensas ¡POR FIN! Te levantas con la ilusión de un niño el día de reyes y te asomas a la ventana sorprendido como si fuera la primera vez que ves la nieve. Sales a la calle y pisas nieve, tocas nieve, respiras el frío y sonríes pesando en deslizarte por las pistas con la suavidad y un dominio que sólo tienes en sueños, pero para eso es tu sueño. Luego vuelves a la realidad, a palear para poder abrir la puerta del albergue, comprobar que el frío no haya reventado ninguna cañería, andar por la calle con cien ojos pendiente de las placas de hielo, la nieve que cae de los tejados,… y todos esos inconvenientes con los que vivimos en los pueblos de montaña pero que aunque pueda ser molesto nos encanta porque ha caído la primera nevada de la temporada.